sábado, 14 de abril de 2012

Renueva tu look con pequeños cambios

Si quieres camuflar tus canas, potenciar el atractivo de tus facciones o rejuvenecer tu aspecto, sigue los siguientes consejos.


Flequillo, a cualquier edad

No es sólo un buen recurso a la hora de actualizar una melena un tanto seria, también sirve para quitarse algunos años de encima (tapa las arrugas horizontales de la frente) y equilibra las facciones de la cara.

Para dar un aire jovial a la melena, realzar unos ojos grandes y expresivos o disimular una nariz un tanto prominente, opta por un flequillo corto, que quede por encima de las cejas. A los rostros con mandíbulas angulosas, en cambio, les van los flequillos largos, densos y profundos, algo más cortitos del centro que de los laterales. Este tipo de flequillo resalta los labios, así que si los tienes bonitos, no te lo pienses más. Los de corte recto, tipo Cleopatra, favorecen a las mujeres de frente ancha o rostro alargado. Si tu frente es más bien estrecha o tienes la cara redondita, el flequillo ideal es el que cae en diagonal.





La raya, ¿a un lado o en medio?

Raya lateral. Aunque sienta bien a casi todas las mujeres, es la opción que más favorece a quienes desean estilizar el rostro o desviar la atención de su nariz. La raya que se hace a un lado es, junto con la tipo zigzag, la que mejor disimula el efecto raíz y la que aporta una mayor sensación de espesor a la parte frontal, algo a considerar en caso de pelo escaso o lacio.
Plantéate hacerte la raya en el lado opuesto si hay un remolino que pone a prueba tu paciencia o descubres que te crecen menos canas.







Raya en medio. Queda de fábula a los rostros ovalados y también a los cuadrados, ya que los mechones que caen a ambos lados dulcifican las facciones. También es la solución ideal en caso de pelo grueso o voluminoso, ya que evita que se cree una masa de cabello a un solo lado. No es la mejor opción, en cambio, si has de repasarte el color o tienes la raíz grasa.







 ¿Has pensado en cambiar el color?

Tonos oscuros. El negro, los castaños oscuros y los marrones caoba imprimen carácter y potencian la fuerza de la mirada. Su único problema es que tienden a endurecer las facciones, lo que hace que se marquen las arrugas y las imperfecciones de la cara. Para suavizar este efecto, hazte unas mechas algo más claritas.

Medios. Los cobres, los castaños claros y los rubios oscuros suavizan los rasgos y dan una mayor sensación de volumen a la melena.

Claros. Rejuvenecer la imagen y aportar luminosidad al rostro son dos beneficios de los tonos dorados, mieles y cobrizos discretos.

Mechas. Además de proporcionar relieve a la cabellera, dan un favorecedor toque de luz a la cara. Aunque las mechas no sirven para cubrir las canas, las disimulan muy bien. La mejor estrategia para camuflar el efecto raíz es dar unas mechas muy finas, no más de dos o tres tonos más claras que el color base.




Tu recogido ideal


Trenzas y moños deshechos. Son lo último en la pasarela. Aparentemente desaliñados, estos recogidos son de lo más románticos. Los mechones sueltos a la altura de la mandíbula disimulan muy bien las barbillas afiladas.









Cara despejada. A las mujeres con facciones armoniosas les queda muy bien llevar el pelo totalmente recogido en una coleta o un moño tirante. El único inconveniente es que es imprescindible llevar al día la coloración.











Volumen en lo más alto. Los tupés y los recogidos altos, además de hacerte parecer más alta y delgada, destacan los escotes pronunciados. Sientan de maravilla a las mujeres de cara redondita.


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